La opción de poder alquilar aún sin garante

Carlos Riedel10 junio, 2021

Por Damián Mengual... Se trata de GISA, Garantías Inmobiliarias S.A., empresa conformada por el Colegio y la Caja de Martilleros y Corredores Públicos de la provincia de Buenos Aires. “La uso desde hace un año, y prácticamente en exclusividad porque es un sistema ágil”, dice el Martillero Osvaldo Bianco.

-“También damos la posibilidad de que otro cofiador o varios sumen su recibo de sueldo”, señala Carmelo La Forgia entre las facilidades para poder alquilar-

Alquilar una vivienda siempre implica una garantía mediante, como resguardo del locador. De hecho, la nueva Ley de Alquileres vigente desde el año pasado, establece las siguientes opciones: Título de Propiedad Inmueble, Aval Bancario, Seguro de Caución, Garantía de Fianza o Fiador Solidario, o Garantía Personal del Locatario.

Como es sabido, lo más frecuente es el recurrir a un tercero, generalmente un familiar o amigo muy cercano que sea propietario de un inmueble y se preste como garante para concretar el contrato de alquiler. “Lo cierto es que la gente es muy reticente a salir de garantía… un familiar o un amigo por ahí te hace el favor, porque si se niega se expone a una pelea o al enfriamiento de la relación. Pero la verdad es que nadie quiere estar en ese lugar, ni poner en ese compromiso a otra persona”, señala Carmelo La Forgia, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Avellaneda y presidente Garantías Inmobiliarias Sociedad Anónima (GISA), empresa conformada por los 20 colegios de Martilleros y Corredores Públicos de la provincia, junto con la Caja de Pensiones de la misma institución, cuyo principal objetivo es brindar una garantía o fianza para aquellos locatarios a quienes se les dificulta conseguir o directamente no cuentan con el aval de un tercero para poder alquilar.

Básicamente, para poder tomar este tipo de garantía o contrato de fianza hay que abonar por única vez alrededor del 5% del monto total del contrato de alquiler (de hasta 36 meses), y además demostrar que el alquiler mensual pactado no supera el 33% de los ingresos del inquilino.
“Si esta última condición se cumple, no hay problema porque sos tu propio fiador y podés suscribir el contrato de alquiler. Pero a veces el sueldo no te da, también damos la posibilidad de que otro cofiador o varios sumen su recibo de sueldo. Ese cofiador puede ser tu pareja, por ejemplo, o un amigo que no necesariamente vaya a vivir con vos en la propiedad a alquilar”, agrega La Forgia.

Osvaldo Bianco, matriculado del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos Zárate Campana, institución con jurisdicción también en las localidades de Escobar y Exaltación de la Cruz, comenta sobre su experiencia con GISA: “La uso desde hace un año, y prácticamente en exclusividad porque es un sistema ágil. Te cubre todo el contrato de punta a punta y tengo el reaseguro que la garantía somos nosotros mismos como institución. En todo este tiempo, un solo inquilino no pagó y en 48 horas GISA depositó el alquiler al locador. Así fue durante dos meses, y después la gente se puso al día. Es interesante y muy práctico tanto para el propietario como para el inquilino… Se maneja todo por internet, y cada Martillero es el encargado de tomar las firmas, escanearlas y enviarlas a GISA. Cualquier otra empresa del mercado para ese mismo trámite, necesita enviar un veedor y reunir a toda la gente para que firmen delante de él, lo cual no es imposible pero a veces incordioso, particularmente en pandemia”.

“Hay un beneficio más: de ser necesario llegar a esa instancia, GISA también se encarga del desalojo del inquilino, lo cual es un costo no menor, y eso no lo brinda ninguna otra empresa. Hoy tenemos unas 2000 garantías contratadas con esta modalidad y con el paráte económico que hubo cuando empezó la pandemia el año pasado, mucha gente que entró en mora y no pudo pagar su alquiler. Como cuenta el colega Osvaldo Bianco, GISA salió a cubrir automáticamente, y eso no lo hace nadie”, concluye La Forgia.