La primera noche de febrero cumplió con todos los pronósticos: el Corsódromo fue una fiesta y las cinco comparsas volvieron a ratificar la enorme calidad del espectáculo, posicionando al Carnaval del País como uno de los eventos preferidos del verano argentino.
Se escribió antes y se ratifica justo en la mitad de la temporada: el Carnaval del País no defrauda a nadie. Ni a su público más fiel y seguidor, ni a los que llegan por primera vez o a los que concurren por curiosidad.
La quinta noche de la temporada, coincidente con la primera de febrero y con el cierre de la primera vuelta de las comparsas en el orden de desfile, volvió a mostrar un espectáculo realmente consolidado, que genera ovaciones desde todos los rincones y que encuentra un fenomenal respaldo en el público.
Los días previos fueron de muy buena venta anticipada de entradas y el sábado encontró largas colas frente a las boleterías. La venta fue ágil y las localidades se fueron ocupando como sucede sábado a sábado, primero se completan los sectores preferenciales y ubicados en el sector central del desfile, que habitualmente para el día del espectáculo ya están todas cubiertas, luego son las tribunas numeradas las que se agotan y finalmente los sectores de sillas. Ni qué hablar de los playones de los extremos del desfile, elegidos por la juventud de Gualeguaychú y donde habitualmente reina un clima de fiesta desde bien temprano. También esos sectores lucieron repletos en la noche del sábado.
La gente esta vez hizo caso a las recomendaciones y concurrió temprano, facilitando el ingreso y evitando tener que realizar tediosas colas para acceder al predio del Parque de la Estación. Es cierto, hubo alguna demora lógica por la afluencia de público, pero el acceso fue normal y sin problemas.
Apenas pasadas las 22, Silvio Solari dio la bienvenida y el Corsódromo tuvo la primera explosión. Se ha convertido en un clásico el “Bienvenidos, Campeones del Mundo” con que el locutor oficial inicia la presentación de las comparsas, que también genera un movimiento intenso de gente tratando de llegar a tiempo a su ubicación para no perderse nada del espectáculo.
“O’Bahía Rock”, el tema elegido por la comparsa del Club de Pescadores fue la que rompió el hielo y encontró una rápida respuesta del público, que se enganchó con sus canciones y en algunos casos –los más fanáticos- extrañó las clásicas banderitas de la comparsa Azul y Blanca. Consolidada en el desfile, empujada por la buena música de La O’Bahía Oficial, con impactantes carrozas y un vestuario bien logrado, O’Bahía tuvo un paso fluido por la pasarela y volvió a demostrar sus genuinas chances de campeonar.
En segundo lugar desfiló otra de las firmes candidatas: Papelitos salió nuevamente con todo a escena con su tema “León”, apoyado en puntos altísimos en su vestuario y carrozas, también con un buen desfile y una música tremendamente contagiosa ejecutada por Furia del Oeste. Los de Juventud Unida saben de su potencial y aspiran a repetir el título del verano anterior.
Cerca de la medianoche fue el turno de Ará Yeví, con el tema “Indiferentes”, que busca generar el alto impacto de otros años tanto en el público como en el jurado, aunque es notoria la ausencia de Alma Carnavalera, que durante años fue el motor de la comparsa del Tiro Federal. El trabajo de la debutante Caravana de Carnaval no es malo, pero le cuesta levantar a la gente y se siente en el desfile de la comparsa Negra y Dorada.
Antes de cerrar el paso de Ará Yevi, la carroza de cierre sufrió un desperfecto que generó una importante demora antes de la salida de Kamarr. A través de los altoparlantes se explicó el problema y menos de media hora después, los del Sirio Libanés salieron a escena y regalaron un buen desfile.
Afianzada en la buena performance de Bahiana Carnaval, con su pegadizo “con Kamarr yo me vuelvo loco”, la comparsa del Sirio Libanés tuvo un paso importante y dejó al público expectante para la llegada de Marí Marí.
Como suele ocurrir con la Supercampeona, la presentación de Juan Boari levanta y energiza a la gente, que cantó y bailó al ritmo de Toque de Samba, para cerrar una noche impresionante y dejar el clima sumamente encendido para las cinco noches restantes, donde por un lado se definirán los puntos que consagrarán a la campeona y por el otro, el partido que los dirigentes mejor quieren jugar, anuncia un Corsódromo repleto en cada una de las jornadas que se avecinan.
