Jeanette Campbell, aquella reina que cautivó en la Alemania de Hitler

Carlos Riedel5 junio, 2021

Representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de Berlín. Su medalla de plata en natación junto a su belleza y simpatía, hacen que su recuerdo se mantenga vigente.

Jeanette Campbell vino al mundo el 8 de marzo de 1916 en la localidad francesa de Saint Jean de Luz. Su padre era escocés y su madre argentina. No pudieron abandonar Europa en ese año porque estalló la Primera Guerra Mundial. Pero lo hicieron en 1918.

Cuando viajaron en barco a nuestro país con la triste coincidencia de que fue la embarcación que trajo la gripe a nuestro territorio, más de 40 personas fallecieron en la travesía. No sería la primera vicisitud que la nieta de Mary Gorman, una de las primeras maestras que el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento convocó al país, haya tenido.

20 años más tarde esta niña, que se destacaba por su belleza, terminó conquistando el mundo en aquellos juegos llevados a cabo en la Alemania nazi. En la plenitud de su juventud cautivó a la prensa alemana y fue proclamada en forma unánime Reina de la Belleza Berlín 1936. Distinción que le valió una plaqueta que conservaría durante toda su vida y que, en sus propias palabras, tuvo más significado para ella que la mismísima presea plateada que logró en los 100 metros.

Con respecto a su humildad, se hace hincapié en que pese a haber logrado un resultado histórico, su forma de ser no cambió: «la misma de siempre. Amable, simpatiquísima, expresiva y graciosa en algunos giros de su conversación, Jeanette Campbell no ha cambiado», expresó el diario La Nación en setiembre de 1936.

«En esa época Hitler estaba en la cima de su poder. Los alemanes parecían adorarlo. Cuando se acercaba al estadio o a la Villa Olímpica, todo el mundo corría, aplaudía y gritaba, y nosotros los copiábamos. Yo no entendía nada de política por ese entonces», dijo a La Nación en octubre de 2000, antes de su muerte.

Jeanette no pudo participar en las competencias previstas para 1940 al suspenderse por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Se casó con Roberto Peper, representante argentino en los Juegos de Los Ángeles de 1932 y tuvo tres hijos.

Reconoció al comenzar el siglo XXI que nunca imaginó en su juventud que aquella hazaña suya en la Alemania Nazi sería sólo una de las tres medallas obtenidas por mujeres argentinas en 64 años, junto a la de Noemí Simonetto en Londres (1948) y la de la tenista Gabriela Sabatini en Seúl, 1988.

Tampoco soñó que sería casi imbatible en Sudamérica, que llegaría a integrar el Salón de la Fama de la Natación y que su hija Susana Peper imitaría sus pasos llegando a los Juegos Olímpicos, ni tampoco que el natatorio del Cenard llevaría su nombre.

Jeanette Campbell, la mujer más linda de Berlín, un recuerdo grato que el deporte argentino guarda en un rincón muy preciado.