"Contexto y Emergente" por Guillermo Rivelis

Carlos Riedel2 septiembre, 2022

Contexto: conjunto de circunstancias que rodean una situación y sin las cuales dicha situación no se puede entender correctamente.

Emergente: en psicología social, situación nueva pero que proviene de condiciones previamente existentes.

El "emergente" muestra, no necesariamente con claridad, lo que está ocurriendo de forma evidente o no en un contexto determinado.

Se trata de contextos humanos y de emergentes - personas.

Habitualmente, y descartando cuestiones biológicamente determinadas, un niño que en una familia presenta síntomas de carácter psicológico que afectan su conducta es un emergente de un contexto familiar y de una situación familiar.

Situación familiar que ya estaba presente y tal vez, en buena medida a la vista, pero que no fue suficientemente considerada.

También es posible que esa situación estuviera pasando relativamente desapercibida.

El carácter positivo o negativo, saludable o patológico, constructivo o destructivo de la acción del emergente depende de la característica positiva o negativa, saludable o patológica, constructiva o destructiva del contexto.

El emergente no está exento de responsabilidades ya sea su acción derivada de un tipo u otro de los contextos mencionados.

Pero, no existiría como tal si no existiera el contexto.

Siempre hay contextos y siempre hay emergentes.

La cuestión es la característica del contexto del cual se deriva la característica de la acción del emergente.

Un emergente en un contexto lo es porque participan para ello condiciones previas de personalidad.

En contextos negativos, patológicos, destructivos, habitualmente el emergente suele ser una persona débil en su carácter, aunque pueda presentarse como fuerte, arriesgado, valiente.

El problema contextual no se resuelve excluyendo al emergente, lo cual no quiere decir que en determinadas situaciones no sea necesario separarlo.

Pero la exclusión del emergente no resuelve la situación contextual que le dio origen.

La situación contextual requiere de un trabajo, probablemente arduo.

Podemos observar esto cuando, por ejemplo, un grupo de alumnos (contexto) se comporta de forma agresiva.

Uno de ellos (emergente) realiza, intempestivamente, una acción agresiva que supera en mucho el nivel de agresión que en lo manifiesto se observaba hasta ese momento.

La expulsión o suspensión de esa persona no resuelve el problema contextual previo.

Si no se trabaja sobre este problema, más temprano que tarde, aparecerá otro emergente, con una acción aparentemente nueva y distinta, pero de características similares a la del anterior emergente, porque las características contextuales siguieron siendo las mismas.

Es muy común que suceda, en contextos en los que participan niños o adolescentes o adultos, que ante la acción del emergente los otros integrantes se sientan sorprendidos, "estafados", ofendidos, enojados y no reconozcan en la acción del emergente (al que visualizan como independiente respecto del contexto) características contextuales previas.

Estemos preocupados.

Es muy grave.

Pero no nos rasguemos sorprendidos las vestiduras.

Preocupémonos mucho.

Pero, fundamentalmente, ocupémonos muchísimo.

Después de un primer momento, probablemente algunos dirigentes retomarán las intervenciones de fuego cruzado.

Tal vez, esos algunos dirigentes no sepan hacer otra cosa.

El periodismo probablemente seguirá ampliando, exponiendo y, en casos, dramatizando lo que la sociedad le envíe.

Los ciudadanos sin poder en lo macro de la sociedad, con mucho "poder hacer" en lo micro y en lo cotidiano somos quienes tenemos en nuestras manos la generación de contextos positivos, saludables, constructivos.