DENEGERADXS MÉXICO: “Tarde de Verano"

Carlos Riedel29 julio, 2017

“Infeliz, seguro lo hizo a propósito. Me citó a las 6 de la tarde para que me tocara el desastre en el metro. Y encima el pinche cheque que me dio. Que se quede con su pinche trabajo. Pensó que le iba a rogar, si ni a Rogelio le ruego. Maldito olor a mierda, aguantaré la respiración. Aguanto un poco más. Bien, ya no se percibe tanto. Al menos, son tres estaciones. Ahí viene el metro, si el infierno existe seguro se llama Tacubaya. Apúrense a salir. Voy a entrar, déjenme entrar. Dios, el sudor. Mi bolsa se atoró, déjenme jalarla”.

— Sí, mire, le traigo a la venta son los audífonos manos libres marca Samsung; veinte pesos le cuestan, veinte pesos le valen.

“¡Por Dios! ¿Cómo se le ocurre ponerse a vender?”

— Con permiso, perdón, disculpe. Audífonos manos libres. ¿De qué color, blancos o negros?

— Blancos.

— No tiene cambio.

— Híjole, no.

— A ver si le completo. Sale. Audífonos manos libres marca Samsung, veinte pesos le cuestan, veinte pesos le valen.

“Lo siento, ¿te pisé? Tienes los ojos más bonitos que haya visto. Seguro ya me puse roja. Mis cachetes están hirviendo. ¿Eso fue una sonrisa? Seguro parezco un jitomate. Qué suerte haberme subido al tren. ¿Por qué no puedo dejar de mirarte? Me miras. No, no dejes de hacerlo por favor, te lo suplico. ¡Dios! No sé nadar. ¿De dónde salió este mar? Discúlpame, siento haberme recargado en ti. Hueles delicioso. Espero no haber ensuciado tu traje. Está lleno de arena. Sonríes hermoso. Lo haces con los ojos, es maravilloso. ¿En qué estación estamos? Ah, San Antonio. De nuevo las olas, me recuerdan Mazunte, te lanzan a mí, me avientan a tu corazón. Me sigues mirando”.

— Son amantes.

— ¿Quiénes?

— El chavo de traje y la señora de rojo.

— ¿Cómo sabes?

— ¿Tú verías así a un desconocido? No voltees, no seas obvia. Además, él está súper chavo.

— Eso sí.

— Mira la mano izquierda de ella.

— No inventes.

— Bajamos en la que sigue. Pide permiso.

“Sí, sí hazlo. Hazlo”.

— Te lo dije, ya se están besando.

— A ver. No manches, está mucho más grande que él.

— Ya, que te van a escuchar.

“Me invaden bugambilias, hojas, fresas. Mariposas nunca han revoloteado mientras beso a Rogelio”.

— Disculpen, ¿bajan en la siguiente? —los interrumpió alguien.

Se separaron, la mujer asintió con la cabeza al tiempo que él dijo que no. Las puertas se abrieron, ella descendió junto con la multitud.

“Volteo a prisa para encontrarte. Adiós”.

El hombre se acercó a la puerta que recién se cerraba. La miró desde el vagón y vio cómo Mixcoac, la serpiente en la nube, la llevaba por los cielos aún con los pies llenos de arena.

NAYMA FERNÁNDEZ PÉREZ: Ciudad de México, 1988. Comunicóloga egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuentacuentos e ilustradora.