Ludovica Morell Otamendi, la baterista campanense de Miranda

Carlos Riedel19 mayo, 2019

Ludovica Morell Otamendi, baterista prodigio desde los 5, años tocaba en la banda “Azafata”, muchos la recuerdan en un barcito de Campana con 50 personas haciendo pogo en lugar para 15; ellos claro, tocando sobre una mesa de pool.

Según Ludovica, Miranda estaba buscando cambiar de baterista y ella era una de las tantas fans desde hacía tiempo, desde que recién empezaban.

“Nos conocíamos, hablábamos y había buena onda, entonces un día Ale me dijo que si quería ir a tocar, para pasar el rato. En realidad eso terminó siendo una prueba y nada, les gustó y me preguntaron que si quería tocar con ellos. Antes iba a verlos y de repente me encontré yendo a lugares a donde yo los había ido a ver, pero estaba arriba del escenario con ellos”.

Dice que los chicos de la banda tienen una muy buena relación con los fans “los chicos son lo más. La otra vez veníamos de un show y vimos que había cuatro fans que se tenían que volver a las cinco horas, tenían que tomarse un colectivo y los subimos a la combi y los llevamos como 400 km. De verdad los chicos son lo más con los fans. Son súper copados, se toman todo el tiempo. A veces llegan de un viaje re cansador y se encuentran con gente en el aeropuerto que se quiere sacar fotos y ellos la mejor, se toman todo el tiempo del mundo para sacárselas. A veces venís de un viaje eterno y tenes que ponerle buena cara a la foto y los chicos lo hacen. “Hay gente que las vez en todos los shows y aunque toquemos con una semana de diferencia la gente está y con el mismo entusiasmo siempre”.

Sobre sus inicios en la música, y específicamente una batería cuenta que “no fue algo que elegí yo, diría que me eligió a mí o que mis viejos lo hicieron. Cuando estaba en el jardín de repente pintó el tema de la percusión y después estaba en la mesa de casa y tocaba todo y mis viejos se cansaron de que rompa las cosas. Entonces me compraron una batería y como vieron que era en serio me mandaron a estudiar y como vieron que me copaba, me compraron una batería en serio y así fue la historia… Hasta que llegó un momento que me cope demasiado y no estudiaba, dejaba las carreras universitarias. Después vieron que encontré un buen trabajo y ahora les copa un poco más”.

De su vida privada contó que a pesar de haber conocido a parte de la banda anterior en la facultad, no siguió estudiando. “Estudiaba Dirección orquestal, musicoterapia y gastronomía. Dejé las tres” sentenció.