El Balneario y la Avenida Costanera

Carlos Riedel11 septiembre, 2015

Por Arq. Silvia Irene Baccino... El 27 de noviembre de 1936 fue colocada la piedra fundamental del proyecto municipal del Balneario y Avenida Costanera de Zárate con la presencia del Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires.

Balneario de Zárate

Corría la década de 1930 y se iniciaba para Zárate una época de grandes progresos que habrían de significar la segunda gran transformación experimentada por la Ciudad en su estructura original, recordándose que la primera se había producido a partir de 1880 con la llegada de los maestros albañiles italianos y españoles.

Cuando en 1934 asume la Intendencia Municipal Don Pedro Guerci, inicia un programa de obras públicas y mejoras edilicias que habrían de otorgar a nuestra ciudad un rol destacado en el norte de la Provincia de Buenos Aires, según lo expresa el “Eco de Zárate” en su edición del 18 de noviembre de 1936.

En ese año, parte de las obras programadas como la instalación de las aguas corrientes, la ornamentación de la Plaza, la construcción del Palacio Municipal en tan solo seis meses, el edificio para la Delegación Municipal de Lima, eran, según refiere el citado periódico semanal, “…hermosas realidades que contribuyen al embellecimientos de la ciudad…”.

Promesa demasiado linda que no se concretó.

Le faltaba, sin embargo, a Zárate, contar con un lugar de recreación y paseo a orillas del Paraná de las Palmas que permitiera a la creciente población disfrutar del magnífico paisaje natural, transformando su ribera en un agradable paseo.

El gobierno local resolvió, entonces, encarar una “obra de gran progreso”, según lo tituló el referido semanario, es decir el Balneario Municipal y Avenida Costanera.

En tal sentido, las autoridades entrevistaron al Ministro de Obras Públicas de la Provincia, ingeniero José María Bustillo, comprometiéndose el mismo a contribuir con fondos del gobierno provincial en casi la mitad del costo de la obra que ascendía, en base al presupuesto efectuado, a un poco más de setecientos mil pesos moneda nacional ($700.000 m/n).

Además el Intendente Municipal logró la adhesión de las grandes fábricas y del vecindario en general, quienes ofrecieron contribuir con materiales y elementos para la concreción de este proyecto.

Balneario de Zárate

El mismo, sumamente ambicioso, fue concebido para ser ejecutado en dos etapas: la primera de ellas, con una extensión de 731 metros desde el Muelle Nacional hasta el Frigorífico Smithfield y la segunda, que pensaba iniciarse una vez concluida la anterior, comprendía el tramo desde el Muelle hasta el Arsenal de Marina, de modo tal que el Balneario y la Avenida Costanera abarcarían todo el frente de la ciudad.

Las crónicas de la época refieren como principales características de la primera etapa del Balneario, la construcción de dos piletas de natación, una de 50 metros de largo por 15 metros de ancho para mayores y otra para niños menores de 11 años, con dimensiones de 30 metros por 10 metros.

Se pensaba alimentar a ambas con agua potable a 40 grados, cuyo suministro sería efectuado por el Frigorífico Smithfield, con una renovación diaria.

Como complemento de estas instalaciones el proyecto suponía la construcción de casillas y correspondientes vestuarios, dos playas de ejercicios físicos para el público, pérgola, veredones y asientos con jardines y buena iluminación en forma tal de generar un agradable paseo para disfrute de los zarateños de entonces.

La piedra fundamental de la obra fue colocada el 27 de noviembre de 1936 con la asistencia del Ministro de Obras Públicas de la Provincia, autoridades municipales y una nutrida concurrencia que los medios de la época estimaron en unas tres mil quinientas personas, siendo bendecida por el presbítero Fermín Toral.

En enero de 1937, el Ministro firmó el Decreto llamado a licitación para la construcción de la obra que ya contaba con una partida de 173.000 pesos votada por el Gobierno de la Provincia y otra de 30.000 pesos incluida en el presupuesto municipal.

En la tarde del lunes 3 de enero de 1938, la empresa del ingeniero Buzón procedió, en forma oficial, a la colocación del primer pilote del Balneario.

Las obras comenzaron, pero los avatares políticos y los cambios socioeconómicos frustraron, entonces, la total ejecución del proyecto privando a los zarateños de un parque costero urbano.

Balneario de Zárate

En la segunda mitad de la década de 1980, en atención a las necesidades recreativas de una población urbana en continuo aumento y frente a la escasez de espacios verdes equipados, las sucesivas administraciones municipales -en base a la propuesta presentada por el Taller de Urbanismo de Zárate conformado por arquitectos locales- formuló el proyecto integral de recuperación del sector costanero de nuestra ciudad cuya concreción en etapas aún continua.

Balneario de Zárate

(Fotografías Gentileza Zárate de Ayer)

FUENTES CONSULTADAS:

“Efemérides Zarateñas del Siglo XX”. Prof. Sergio Daniel Robles / Ediciones EL DEBATE. Zárate, julio de 2003

“Era una vez… Zárate”. Silvia Irene Baccino – María Luisa Sorolla / Buenos Aires, Julio de 1997

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