¿Los Talleres Ferroviarios para los vecinos de Campana? ¡Minga!

Carlos Riedel10 noviembre, 2018

Por Joel Vallomy - Partido Justicialista Campana - Corriente por el Progreso Social...  Hace algunas semanas el gobierno de Abella está mostrando publicidades sensibleras donde los vecinos se acarician complacidos, como hermanados por un objetivo común: un Paseo Costaneo remozado. Si, es cierto que todos queremos una Costanera linda, eso, quien sería capaz de negarlo? Ahora, cuánto hay de cierto en lo planteado? Más allá de la franela publicitaria,  lo real es que la situación es mucho más delicada y si se quiere perjudicial  para los intereses campanenses de lo que se supone.

En el ideario colectivo se está implantando la falaz imagen de que los galpones del ferrocarril serán para Campana. Grosero error, los edificios del predio de talleres, van a pasar a manos de privados. En paralelo, la maquinaria de marketing de la gestión municipal está intentando hacer ver que no hay costanera si la oposición no aprueba el proyecto de convenio con las autoridades nacionales sobre los talleres. Ya, el eterno edil Carlos Cazador "instó a analizar el proyecto que prevé recuperar el predio de la costanera que ocupan los galpones del ex ferrocarril."

Ahora...cual es el proyecto? El convenio que suscribió Nación con la Municipalidad en líneas generales lo que expresa es que los edificios irán a subasta o remate, es decir que irán a manos de privados, y que de una forma no demasiado clara parte de  la venta podría venir a Campana para infraestructura propia del predio, por ejemplo calles internas de los edificios. Es decir, Nación vende para hacer Torres en el lugar donde se quiera y pueda, y con algo de esa plata le hacemos infraestructura a los felices propietarios. Ahora bien, para que esto sea posible, es decir, para que estos galpones y espacios para construir tengan atractivo para los privados, nuestra ciudad debe cambiar la ordenanza que determina lo que se puede hacer allí o no, porque hoy el destino de esas tierras es acotado. Esa ordenanza es la que Cazador está desesperado por tratar: la que permitiría el negocio inmobiliario.

Uno, que es peronista,  y por ende nacionalista y localista, no puede menos que preocuparse: el complejo de ex talleres ferroviarios es la última gran reserva de espacio del estado dentro del casco urbano, y bien podría ser municipal. Claro está, uno entiende que se puede concursar con el capital privado: concesionar espacios para emprendimientos, alquilar, buscar sociedades mixtas, pero no rematar hectáreas centrales para el desarrollo futuro de la ciudad. Cuanta plata gastamos para alquilar dependencias municipales? cuantos nuevos proyectos municipales se podrían instalar allí? No hay aun un proyecto serio de nada por parte de estado en relación a lo que se muestra, de hecho, los dos proyectos que se dieron a conocer en su momento, no tienen nada que ver uno con el otro, y claro está: ¿que van a proyectar si se va a vender? Incluso, un sector del predio en el proyecto no tiene reservas en cuanto a la demolición de edificios históricos. Si bien el último render presentado tiene la mejora en relación al primero en que se conserva la playa de maniobras y el camino para un hipotético paso de camiones, cosa que, vengo sosteniendo hace mucho de su necesidad, en vez  de achicar la playa de maniobras para que coexistan ambas estructuras, el abelismo lo resuelve volteando un galpón y mandando el  camino para transito pesado por allí, arriba de un edificio de 140 años. Pero de cualquier manera es humo, porque nadie se sento seriamente a comprometerse a decir: esto es lo que vamos a hacer. No,  definitivamente no tienen demasiada idea por lo que se ve.

Hace un tiempo el concejal Ruben Romano planteaba  sobre este tema, “donde uno ve una oportunidad de desarrollo social o comunitario, ellos ven una oportunidad de negocios”. Rubén no está errado, la lucha en el fondo,  es ideológica, o más bien, es de un sector sin ideología contra otro sector que si las tiene.

Así y todo yo no creo ser el dueño de la verdad, soy el dueño de mi verdad, como cada uno de los vecinos de Campana. El intendente debería hacer lo mismo, llamarse a reflexión y convocar a todos los sectores sociales,  políticos, a vecinos independientes, para una gran audiencia pública para debatir el futuro de este sector. Como comunidad,  todos tenemos que tener la posibilidad de debatir que va a pasar con esta, la última joya de la abuela. No sigamos comprando los dibujitos hechos por computadora, no sigamos comiendo la publicidad por internet ni los videos demagogos, no, reclamemos participación amplia, plurisectorial, general y abierta. Es nuestro derecho.