"El éxito de Facebook es que está basado en el miedo a estar solo"

Carlos Riedel10 enero, 2017

Con la muerte de Zygmunt Bauman ha partido uno de los grandes analistas contemporáneos de la posmodernidad. A continuación, Clarín ofrece la transcripción de un fragmento de un artículo publicado en libreriamo.it que ilustra su pensamiento más actual sobre la sociedad de la información, Internet y redes sociales.

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El imperio fundado por Mark Zuckerberg, está sustentado por el miedo de estar solo. Pero el único que habla realmente es el Papa Francisco. Zuckerberg, ha ganado $50.000 millones con su empresa, centrándose en nuestro miedo a la soledad, eso es Facebook.

Nunca en la historia humana hubo tanta comunicación como hoy pero esta comunicación no desemboca en el diálogo, que es el desafío cultural más importante de nuestro tiempo. Nadie realmente habla. En Facebook jamás puede suceder que alguien se sienta rechazado o excluido. Siempre, veinticuatro horas al día, los siete días de la semana, habrá alguien dispuesto a recibir un mensaje o a responderlo.

Millones de usuarios de Facebook corren carreras para hacer públicos los aspectos más íntimos y por lo tanto más inaccesibles de sus propias intimidades. Y no sólo eso: de tus propias relaciones sociales, de sus propios pensamientos. Las redes sociales son el terreno de una forma de vigilancia voluntaria, hecha en casa, preferible a las agencias especializadas en las que operan profesionales del espionaje.

Nos comunicamos en cajas de resonancia, volviendo a escuchar nuestras propias palabras.

Ejemplo de diálogo: El Papa Francisco

En realidad, nadie habla hoy, porque hablar es hablar con alguien que tiene ideas diferentes a las nuestra, conlleva el riesgo de equivocarse. El único ejemplo de diálogo en nuestro tiempo es el Papa Francisco, que quiso dar su primera entrevista a un periodista abiertamente ateo, Eugenio Scalfari.

El miedo es la palabra clave en los últimos años. Existe una una inseguridad hacia el miedo existencial, es una idea que está en todas partes. Nos priva de un puerto seguro. El mundo globalizado es multicéntrico, millones de acontecimientos y decisiones espontaneas puede cambiar nuestras vidas a una gran velocidad.

Por otra parte, hoy en día, nadie es capaz de controlar los eventos que se cruzan en el mundo y sus consecuencias. Tampoco la política, se encuentra muy impotente, porque el principio de la soberanía territorial de hoy es una ilusión y los gobiernos del mundo globalizado ya no se controlan ese poder, es más, incluso no se pueden defender de esa poder. El verdadero problema es que ninguna institución en el mundo es capaz de cumplir con el principio de interdependencia, la estructura del mundo ya no es regulada.

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