Columna de opinión: ¿Quién ganó ayer?

Federico Doello9 agosto, 2018

No ganó un color de pañuelo. Mucho menos el aborto clandestino o una determinada ideología, filosofía o religión.

La ganadora en el Senado fue la OPORTUNIDAD. La oportunidad de dar contención real en lugar de solución aparente, de trabajar en prevención por sobre la exclusión, de dar vida en lugar de quitarla, de no resolver la muerte con más muerte. Ganó la oportunidad de no tapar una realidad injusta , que estigmatiza al pobre, no educa eficazmente en salud reproductiva, ni resuelve la pobreza sistémica de un tercio de los argentinos , con una ley que sólo habría dado lugar a nuevas injusticias, sin atender la causa central del problema que pretendía abordar. Es la oportunidad de ser realistas en las cifras, las estadísticas y las intenciones.

Pero sobre todo es la oportunidad de trabajar mucho más intensa y entregadamente por la vida de la mamá con un embarazo indeseado y la de su bebé en gestación.

Las comunidades evangélicas desde hace décadas en Argentina hemos recibido, abrazado y contenido a innumerables mujeres castigadas por diversas causas de exclusión social. Y la Cámara Pastoral de Zárate, en particular, ha iniciado hace un año un proyecto que comenzó con personas en situación de calle, pero que avanza a abrir en un muy corto plazo un lugar en Zárate para mujeres en vulnerabilidad, cualquiera sea la causa de esa situación.

Queda muchísimo por delante. Hay responsabilidades ineludibles del Estado, que no puede pretender, con la sanción de una ley , resolver el problema social estructural de décadas, del mismo modo que no resolvió una ley de educación sexual el avance de enfermedades sexualmente transmisibles o el embarazo adolescente, flagelos ambos en plena expansión.

Pero como cristianos, lejos de escudarnos en ausencias estatales, deberemos profundizar nuestro trabajo, y más que nunca, poner en práctica el modelo de Jesús, quien amó hasta la muerte, sin discriminar a nadie, y nos mostró con su ejemplo que siempre, siempre, siempre, es infinitamente mejor dar que recibir.

Seguiremos haciendo lo que siempre hicimos, y avanzaremos con fe y entrega hacia estos nuevos desafíos.

CAMARA PASTORAL DE ZARATE