"Ni el esclavo ni la mujer hubieran podido ser mantenidos, si quiera por la fuerza, en el estado abyecto en que fueron sumidos si no hubieran sido convencidos poco a poco de su inferioridad y esta falta de conciencia hizo que ellos mismos fueran los peores enemigos de su propia regeneración" -Martín Sagrera-
Cada palabra desvalorizante, cada insulto y humillación, afecta la salud psíquica de la mujer.
Cada golpe, cada violación, afecta su salud emocional y física.
La violencia de género impide a la mujer que la padece desarrollar plenamente su vida, pues los sufrimientos que le genera inciden en todas las áreas en las que se desenvuelve:familiar, social, laboral; sintiendo que otra vida no es posible y que ella no es capaz de cambiar las cosas.
La cuestión de la violencia de género, reviste importancia y urgente atención, es un tema que debe preocupar y ocupar a toda la sociedad.
Debemos identificar y re pensar los estereotipos culturales que sostienen y perpetúan la subordinación de las personas por su género, el masculino por sobre el femenino, y que impiden posicionar a la mujer en su condición de ciudadana con derechos y obligaciones, que libremente puede ejercer.
La crítica, el prejuzgamiento y la culpa que algunas personas imponen a la mujer que sufre violencia es un acto tan despiadado como el golpe o la humillación, hay que conocer y comprender que las circunstancias que rodean a la violencia son variadas y complejas y no sólo involucran al hombre y a la mujer, también están los hijos, a quienes la situación afecta intensamente.
Desde la función que ocupamos, en virtud de las Convenciones ratificadas por nuestro País y las leyes que se sancionaron en consecuencia estamos llamados a continuar y profundizar la tarea por una justicia con perspectiva de género, garantizando la plena igualdad de trato y re planteando las formas de abordaje para asegurar un verdadero acceso a justicia y una adecuada investigación de los hechos donde la objetividad y la imparcialidad no se vean influenciadas por los propios mitos y creencias, a fin que la ley a aplicar lo sea en protección a las personas más vulnerables.
La intervención de la justicia en situaciones de violencia de género no solucionara el problema de manera integral, pero un adecuado tratamiento conforme a las Convenciones y leyes vigentes, iniciara un cambio, dándole entidad a la problemática; ya no es lo mismo, ya no se trata de cuestiones privadas.
A ello estamos comprometidos.
Consejo Directivo Colegio de Magistrados y Funcionarios Departamental