Universidades públicas en emergencia: peligra el comienzo del segundo cuatrimestre

Carlos Riedel6 julio, 2018

Por Inés Fornassero https://www.pagina12.com.ar... Tras el reclamo de la UTN, la Universidad del Comahue y la UNAJ advirtieron que no tienen fondos para llegar a fin de año.

Más universidades públicas alertaron sobre el riesgo de que el segundo cuatrimestre no se inicie o atraviese serias dificultades por el ahogo presupuestario al que las está sometiendo el gobierno nacional.

Los consejos superiores de la Universidad Nacional del Comahue (Neuquén) y de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Florencio Varela) reclamaron que el Ejecutivo envíe los fondos adeudados, tal como lo había hecho la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) la semana pasada y como había reclamado el Consejo Interuniversitario Nacional ante el Ministerio de Educación. Los gremios docentes anunciaron que no iniciarán las clases en el próximo cuatrimestre si no hay avances en la paritaria del sector (ver aparte).

Las partidas presupuestarias de enero son las únicas que gran parte de las universidades recibieron en forma completa para hacer frente a sus gastos de funcionamiento. Luego sólo recibieron los fondos destinados a salarios.

En el caso del Comahue, la deuda es de 65 millones de pesos y, según las autoridades académicas, en el próximo mes ya habrá graves problemas para afrontar el pago de servicios energéticos, lo que compromete el inicio del segundo cuatrimestre.

El rector de la UNCO, Gustavo Crisafulli, denunció un “ahogo financiero” como no vio antes en sus 30 años de presencia en la universidad. “Con una ejecución normal ya hubiera sido difícil llegar a fin de año, por lo insuficiente del presupuesto, pero esto es inviable. No tenemos espalda financiera para bancarlo”, aseguró. También el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez (MPN), criticó la situación a través de su cuenta de Twitter y reclamó: “No al ajuste de las universidades públicas”.

El rector Crisafulli llevará al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) la propuesta de realizar una movilización general de todo el sistema. El CIN –el espacio que nuclea a los rectores de universidades nacionales– había manifestado en mayo su preocupación por los incumplimientos del Gobierno en materia presupuestaria y de obras previstas. El pasado 18 de junio, las autoridades de Educación se comprometieron a normalizar las transferencias, pero hasta ahora no hubo cambios.

El vicepresidente del CIN, Jaime Perczyk, destacó que “hay una subejecución de casi 4 mil millones de pesos en todo el sistema universitario” y que la devaluación “produjo un recorte brutal en el presupuesto educativo, ya que cuando se aprobó representaba 5 mil millones de dólares y hoy vale 3300 millones”. Agregó que hoy la mayor preocupación de los rectores es la falta de resolución de la paritaria docente, paralizada desde abril, y de la no docente, con pedido de reapertura tras haber cerrado en un 15 por ciento de aumento.

En el caso de la UNAJ, el problema no es tanto la demora de las transferencias sino que, según explica el rector, Ernesto Villanueva, el presupuesto es “estructuralmente” insuficiente y no muestra correlación con la cantidad de alumnos de la institución, que supera los 20 mil. La escasez de fondos, que también afectó a la UNAJ en 2017, se fue disimulando con adelantos de partidas, que ahora faltan y comprometen el pago de sueldos en parte del segundo cuatrimestre.

En este contexto, el Consejo Superior de la UNAJ se declaró este lunes “en sesión permanente”. Las autoridades indicaron que a partir de noviembre, si no se refuerza el presupuesto, no está asegurado el pago de sueldos, por lo que el funcionamiento de la universidad “puede tener una crisis importante” el próximo cuatrimestre. Los consejeros afirman que no hubo respuesta de las autoridades, por lo que convocan a la comunidad universitaria “a unificar esfuerzos para garantizar la normal actividad de la universidad”.

Al igual que el resto de las universidades, la UNAJ también sufrió paralización de obras de infraestructura. Mientras que el Gobierno canceló obras para la carrera de ingeniería que contaban con financiamiento de fondos no reembolsables del Mercosur (es decir que implicaban una contrapartida mínima, de 1 dólar de pago de impuestos cada cuatro prestados), decidió sí mantener el financiamiento para la construcción de un colegio técnico que dependerá de la universidad, pero que, según el mismo Gobierno, no contará con fondos para funcionar.