Una resolución del Ministerio de Seguridad deja a los clubes de menores recursos en crisis: ¿peligran los eventos deportivos?

Carlos Riedel15 abril, 2018

El Ministro de Seguridad bonaerense firmó una resolución que incrementó significativamente el costo de los operativos policiales en los eventos deportivos. La decisión perjudica a las entidades de menos recursos.

La inflación llegó a los servicios de la policía adicional para los espectáculos y reuniones públicas, y los clubes de la Pro-vincia sufren el cimbronazo económico. El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, firmó la resolución 358, que establece que a partir del 1 de abril de este año, el valor de los servicios que prestan los agentes para los operativos policiales es de 183 pesos por hora por cada efectivo.

La decisión impactó de lleno en las instituciones deportivas del vasto territorio provincial que, hasta este mes, pagaban 88 pesos la hora per cápita.

El incremento en 95 pesos significó, además, un aumento que supera el cien por ciento. En promedio, un policía trabaja al menos, cuatro horas durante un evento. Es decir que, si se parte de esta media de tiempo de trabajo, el costo total pasó de 352 a 732 pesos por agente, importe que debe multiplicarse por la cantidad de oficiales que la complejidad del espectáculo demande disponer.

El aumento de lo que en la jerga policial se conoce como las horas Polad propició que diferentes ligas de fútbol bonaerense suspendieran momentáneamente el normal desarrollo de los campeonatos de carácter amateur. En total, en toda la Provincia, 62 son las organizaciones que actúan, y aquellas que lograron evitar el parate debieron recurrir a la imaginación y la negociación con los comisarios locales y los intendentes.

Uno de esos ejemplos fue la liga chacabuquense. Allí, su presidente, Sergio Palmieri, debió arreglar con ambas partes. “La primera reunión la llevamos adelante con el comisario y los oficiales que prestan el servicio. Consensuamos trabajar con seis efectivos por cancha y apelamos a los dirigentes de los clubes para que se involucren en las garantías para que no ocurran incidentes. Mientras no suceda nada, vamos a funcionar con este número de agentes. Luego, nos reunimos con el intendente local y se acordó una ayuda municipal de 2.500 pesos para las instituciones que jueguen de local a modo de paliativo”, explicó.

Hay bronca. El razonamiento que los clubes no pueden entender es cuál fue la lógica que aplicó el gobierno provincial para que un operativo de seguridad en un espectáculo público -que está enmarcado en la categoría 5 del decreto- les salga más caro a los clubes ($183) que lo que los bancos pagan a los efectivos por la custodia de las entidades, enmarcados en la categoría 2, que tiene un costo de $135.

“No se está entendiendo que son instituciones de bien público sin fines de lucro, no podemos pagar una categoría que es mayor a los bancos; hay que sentarse y dialogar, porque el fútbol necesita una categoría más barata”, consideró Palmieri.

Dentro de este contexto, el secretario de la Liga Deportiva del Oeste y dirigente del club Jorge Newbery de Junín, Lautaro Mazzutti, brindó precisiones económicas sobre lo que significa este aumento: “Generalmente, un partido de nuestra liga es cubierto por 10 o 12 policías, a veces 8, cuando hay poco riesgo. Con estos valores ya tenés entre 7 mil y 8 mil pesos. A eso tenés que sumarle el costo de la terna arbitral, que ronda los 4 mil pesos, más el seguro del espectador. En definitiva, abrir una cancha para jugar un partido te sale alrededor de 12 mil o 13 mil pesos”.

Claro que también hay posturas de-sencontradas. Así como Chacabuco y Bragado ayudarán a los clubes en este sentido, hay otras gestiones que no pondrán un solo peso. En Alberti, el intendente del FpV, Germán Lago, fue tajante: “No me parece propicio aportar dinero para la seguridad en los espectáculos públicos, porque ya bastante esfuerzo hacemos para sostener los gastos de la Policía Comunal”.

Para Lago, “darles plata a los clubes es sacarse el lazo del problema. Es facilísimo hacerlo, pero no es la mejor postura pensando en el mediano y largo plazo, porque las ligas tienen que nuclearse y reclamar para ser escuchadas”. Incluso se ofreció a acompañar cualquier tipo de pedido que vaya en esta dirección.

En este contexto, ya existen iniciativas en la Cámara Baja de la Provincia con el fin de poner un freno a los aumentos. Una de ellas pertenece al diputado Lisandro Bonelli, del Frente Renovador, y busca “eximir a los clubes de barrio de la totalidad del arancel del servicio de horas adicionales de la Policía”. En su lugar establece un mecanismo de “exenciones parciales” para las entidades sin fines de lucro de bajos ingresos.

En tanto, la diputada y presidenta del bloque Peronismo Kirchnerista, Rocío Giaccone, presentó un proyecto en el mismo sentido. “Esta resolución tomó por sorpresa a los clubes. Todos queremos que los policías ganen más, porque merecen ser retribuidos por esa tarea, pero no pueden ser las instituciones barriales las que paguen ese costo; muchas se sustentan con pequeños aportes de los vecinos”, aseveró Giaccone en diálogo con este medio.

Además, la diputada puntualizó que “el mismo gobierno de la Provincia que no quiere ofrecer paritarias superiores al 15 por ciento a los docentes pretende obligar a las organizaciones más chicas a absorber un costo adicional fortísimo; es absurdo”.

Sobre el eco de su propuesta y la fac-tibilidad de que se revea esta decisión, Giaccone deslizó que “el diputado Matías Ranzini (Cambiemos), que preside la comisión de Seguridad, escuchó el reclamo con buena voluntad y quedó en trasladarlo al ministerio, para llegar a una solución lo más rápido posible, sin que eso signifique pagarle menos a la Policía”.

En el mientras tanto, las 62 ligas que conviven en la Provincia se dividen en tres actitudes: el mangazo a los comisarios y a los intendentes, el fútbol a puertas cerradas o parar la pelota.