Ta Te Ti... Crónica macabra judicial y policial

Carlos Riedel27 agosto, 2016

Por Camilo Santamaría... Puede que la historia redactada sea un policial negro, pero no. Es una historia negra policial. Una vez más, de las tantas, la complicidad de fiscales que sobran en ineptitud. Policías nuevos y viejos conocidos y anónimos de siempre que ingresan a las viviendas más humildes con total impunidad secuestran, roban y buscan testigos para una operación solicitada cuando necesitan números en sus estadísticas. Los hacen siempre, ellos no tienen castigos por sus acciones erróneas, en todo caso se cubren en una gran familia Policial - judicial.

Policia

El escenario es el mismo siempre.

Familias de trabajadores. Gente joven. Pibes de barrio. Barrios alejados de la ciudad.

Zona rural rodeada de humildad y una excusa que se activa una noche cualquiera un mes atrás. El caso parte cuando una supuesta denuncia de robo en barrios privados hace eco en la fiscalía de Campana. En realidad parte más antes, cuando dos fiscales de UFI 2 de Campana son interpelados por sus jefes por el no accionar de varios meses (Accionar es un antónimo, ya que justamente se sabía de varios robos en barrios cerrados de la zona de Cardales en donde vivían ediles locales que se quejaban públicamente y, por medio del ejecutivo municipal, hacían la presión necesaria para resolver el tema lo más urgente posible). A ambos se les intimó porque se necesitaban números estadísticos para poder demostrar que son inútiles pero útiles.

Uno vive en Capital y el otro en las cercanías de Campana y a ninguno de los dos les interesa su trabajo. Ser fiscal es un trabajo muy bien remunerado y se cuenta con impunidad, contactos y demás beneficios.

El viernes 22 de julio, a la madrugada, realizaron un asombro raid policial y judicial en la zona de Cardales y Río Luján, en la ciudad de Campana. La excusa fue que varias armas desaparecieron de un vecino cualquiera de un country cualquiera.

Ingresaron con un operativo digno de las acostumbradas películas de acción. Golpearon fuertemente las puertas de chapas y a los que adentro se encontraban. En uno de los casos la policía que realizaba el allanamiento sometió a toda una familia al ultraje, pequeños y grandes, y luego no solamente se llevó elementos que podrían servir para la causa sino que también los robó. - Una vez alguien de fiscalía me dijo que es muy normal que la policía te robe en estos asaltos organizados, mientras esperábamos por un caso de asesinato en la comisaría de Campana que simplemente quedó impune. También me comentaron que no son para nada profesionales, no están preparados y, como tal, deben falsificar informes y pruebas. Peor aún, en algunos casos muchos de los derechos civiles son violados, con actitudes similares a las acaecidas en la represión del golpe de Estado último.-

A tres de los detenidos se le encontró algo (En realidad no se les comprobó que lo hallado les pertenecía). Pero como el allanamiento ya estaba en marcha algo tenían que llevar. Y se llevaron dinero, teléfonos, computadoras y, a lo último, un carnet que podría pertenecer al dueño de las armas que fueron robadas. Tres armas que simplemente descansaban, por ejemplo, arriba de la heladera o  debajo de las almohadas, a la vista del mundo. Es muy común cuando los ladrones roban armas pedir los papeles, no vaya a ser cosa que sin papeles te detengan. Imagino que ante un robo de vehículo se le pide la tarjeta azul para poder conducirlo.

En estas operaciones que, en menos de 48 hrs, resolvía y sumaba números a la policía Bonaerense cayeron detenidos Gustavo Parada, que según investigaciones se hacía llamar “Vinchuca” pero que en el barrio o con sus amigos el apodo era desconocido. Alejandro Dallera que fue interceptado a la salida del trabajo. Matías Décimo, que ingresaron a su domicilio armas en mano y despertaron a su familia a punta de pistolas, equivocando de domicilio con el de Braian Díaz, detenido luego sin ser parte de todos estos allanamientos y liberado primero. (No lo reconocieron, fue un error la detención, pero seguía imputado, mientras que el resto quedaron a disposición de la justicia y fueron  llevados a la unidad 21, cárcel de máxima seguridad de la ciudad de Campana).

En el proceso fueron incomunicados de sus familiares.

El martes siguiente, tres de los detenidos fueron señalados por dos de las cuatro víctimas y Braian Díaz no.

Cabe aclarar que cuando ocurrieron los hechos, de los cuatro imputados, uno estaban trabajando para la empresa de cable local, Matías Decimo, acompañado en sus tareas diarias por personal de la firma.

Las cámaras de seguridad de la ciudad de Escobar demostraban que a la hora supuesta de los asaltos, Alejandro Dallera estaba tomando el colectivo para ir con su esposa e hijo a realizar compras en dicha ciudad. El siguiente, Gustavo Parada, estaba en el mismo momento yendo con su jefe al Hospital Pirovano, tenía turno por una molestia que padecía y Braian Díaz, el último imputado se encontraba con la Policía del destacamento Cardales por un accidente que tuvo, días atrás, con su moto y que luego pasaría el resto de las horas en la sala Médica para un chequeo.

El periplo de ser jóvenes, trabajadores, estar en una cárcel de máxima seguridad, con lo que implica ser preso en Argentina. Un sistema carcelario corrupto y mafioso. Las vejaciones del caso y luego la sorpresa judicial, absurdo entuerto que las familias pasaron mientras la lentitud de los días pasaban.

Este jueves último, 25 de agosto, fueron todos liberados. Sus abogados lograron demostrar que la causa fue armada. Por falta de mérito se los soltó. Por tal motivo, a la tarde se los saca de la cárcel de máxima seguridad de Campana para poder encontrarse con sus familiares y amigos que se movilizaron por la libertad y su inocencia. Por suerte, lo digo porque es lo que se necesita cuando el Estado, la Justicia y la Policía, suele armar causas, podían disponer de abogados pagos.

Esto lleva a reflexionar que somos rehenes de fiscales y policías.

Matías, Alejandro, Gustavo y Braian hoy pueden decir que están contentos, pero no se puede decir que son libres, porque ahora para el resto de los estamentos del Estado, en algún momento de sus vidas, estuvieron presos y esa es una mancha que les dejaron ineptos e imprudentes que se encuentran adentro del sistema judicial.

Ceremonia del Ta Te Ti

No es la primera vez que la policía y la justicia arman causas para atormentan jóvenes y pobres en nuestro país.

No es la primera vez que en Campana la policía y la justicia arma causas, violan derecho humanos y meten presos a jóvenes inocentes vulnerando los derechos humanos.

No es la primera vez que estos fiscales demuestran que son inútiles y corruptos.

Todos los que fueron o son víctimas de ellos saben que tienen dos caminos, uno es el de coimear y el otro es el de caer preso en una cárcel de máxima seguridad que te mata lentamente.

También hay que aclarar que si saliste de ella y denuncias estos malos tratos o estos “errores” judiciales sos víctima de la persecución policial, del apriete diario y de la burla por parte del personal judicial jerárquico. Nos queda en la mente la muerte en la comisaría de Campana de Juane Aguirre en donde la investigación fue encajonada por el fiscal Montani, desestimada luego, como si fuese normal morir “ahorcado” en un calabozo de la policía bonaerense cuando te sacan de tu casa de noche, bajo excusas que no fueron ni investigadas ni corroboradas. No hubo investigación ni sancionados, si se los premió con una UFI nueva, con una comisaría y destino nuevo. La policía tiene la libertad de matarte donde ellos quieran y luego tienen una UFI que los defiende, con fiscales cómplices.

O, por ejemplo, poder coimear a un fiscal de UFI 2 para poder tener el privilegio de ingresar al negocio del traslado de detenidos de una unidad a otra por un módico precio. En donde padres y familiares deben juntar sumas de dineros que muchas veces no cuentan o, si lo poseen, los privilegios son múltiples de acuerdo al monto. Aparentemente, captado por cámaras ocultas, ahora enfrenta una causa, pero sigue con total impunidad ostentando el cargo. Queda bueno aclarar que el fiscal no tiene la causa en esta jurisdicción, la tiene en Mercedes, Pcia de Bs. As., ya que se cree que puede influir para beneficio propio. Un fiscal misógino que da clases en una facultad de Campana y que este relator lo ha escuchado, en plena clase, convertir a una alumna en simplemente un objeto sexual.

Somos rehenes de ellos. Son impunes. Se cubren siempre. De los dos fiscales que intervinieron en esta causa en donde se jugó al “Ta Te Ti” con los cuatros detenidos uno tiene una causa por violencia de género mientras ejercía como fiscal general suplente, el otro no va a trabajar. O, por ejemplo, no le interesa que una policía local sea ultimada con su arma reglamentaria mientras la robaba un delincuente con un prontuario conocido, para luego desestimarlo y liberarlo sin revisar nada, ni tener en cuenta que no fue un simple acto de robo, fue lisa y llanamente un intento de homicidio. El arma falló, el fiscal también.

O, como también pasó, un iluminado del gobierno de turno de la ciudad de Campana se da cuenta que la policía y la justicia tienen una complicidad con el narcotráfico. Desvelado, sale en los medios locales. Si bien es trabajo de las UFI la investigación, en este caso narcotráfico, el mismo ahora tiene una causa en donde debe explicar como sabe, que sabe o cuanto sabe de esa complicidad denunciada. ¿Acaso las UFI y la policía no están para realizar las tareas de investigación? ¿Por qué la policía no sabe donde se vende droga y los vecinos de los barrios si? ¿Porque siguen esos fiscales cuestionados, con faltas graves, ejerciendo la titularidad de las UFI?

ºSI sos pobre, joven, en la provincia de Buenos Aires podes ser un detenido o, simplemente, un muerto más.

Si sos pobre y te armaron una causa seguramente no salís más de la cárcel. Tu vida y tu libertad no está contemplada en el Derecho Argentino. Es una mentira.

En los últimos meses aumentaron las detenciones arbitrarias en la provincia de Buenos Aires, según el informe de CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial) en un 700%.

Eso significa que, como son inútiles, los derechos humanos son vulnerados para poder realizar estadísticas que solo llenan las cárceles.

En Argentina, el sesenta por ciento de los presos aún no tienen condena (y son inocentes hasta que se demuestre lo contrario).

Usted, inocente, no lo es. Vienen por usted, por sus hijos y familiares, vienen por todos. Es la ceremonia del TA TE TI, suerte para tí.