"Sobre ausencias y exilios"... séptima entrega

Carlos Riedel20 abril, 2019

Cómo hacer un gol y sobrevivir al intento...

“...queremos enfocar lo que afecta espiritual y moralmente a la población,

y es entonces como mostrando cada uno su vida, como si viviera en

casa de cristal serviremos las elevadas causas del bien general.

Quien ofrezca motivos de duda, debe ser vigilado, observado...” (editorial de “La Defensa Popular” del 08/09/77)

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“...para vos que te llevaron por el pelo o por las dudas...”

(fragmento/tema musical:”Los hijos del exilio” del filme “El exilio de Gardel”)

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En el año del Mundial’78, el relieve que adquirieron instituciones de apoyo socio-comunitario seguiría consolidándose y desde el “Club de Leones”, el “Rotary” hasta la “Agrupación Scout” realizarían un aporte que, en el caso del “scoutismo”, por su labor recibiría un predio para realizar sus actividades en 1981 (ordenanzas 1551 y 1562/81), pero que distaba de la incidencia que tenían los “Leones”, integrantes del “bloque civil”,que ya manifestaban preocupaciones políticas que se patentizarían en el ’81 al prepararse el cese de funciones del Prefecto (RE) Amor.

A este contexto, confluye la figura de ex-intendente Dellepiane que se retira del cargo de presidente de la cooperativa “La Primera”, con palabras alusivas que parecen signar el momento socio-político que se vivía.al sostener que “...todo lo puede la voluntad de hacer...” (19).

Voluntad que no sirvió para que en el ’78, se produjera el último caso de desaparición de personas que poseemos: el 13 de septiembre, Nillo Agnolli es el único hecho del que hemos detectado se da cuenta en los “Anexos” de la CONADEP, que nos muestran también como entre las mentiras del aparato represivo se negaba, por medio de funcionarios y/o portavoces,el paradero de vecinos desaparecidos en y de Campana, ”chupados” en el ’75 y ’76,que fueran vistos en El Tolueno o la Comisaría de Campana (ver “Apéndice”).

Igualmente, el contexto político global continuaba dando espacio en Campana para que la UOM pudiera seguir con las prestaciones que brindaba su obra social,o para que el Nuevo Barrio Dalmine se transformara en tal y organizara su sociedad de fomento; mientras que en otros ámbitos, la censura previa se seguía ejerciendo en la Biblioteca Municipal, a través de resoluciones y listas de prohibición (ver “Apéndice”).

Pero, sin dudas, a meses de producirse el deceso del Ing. Agustín Rocca, ”pater familia” del grupo Techint y demás empresas, cuando un hecho “agita” un poco las aguas políticas de Campana, al producirse la imposición del nombre de “Agustín Rocca” en el mes de julio, a las cuadras comprendidas entre la Estación y la Plaza “Eduardo Costa”, a cambio de su anterior denominación (que no cambiaría de nombre en su continuación hasta el “Arco”) de “Avenida [Bernardino] Rivadavia”, lo que implicó la publicación de cartas de lectores en los medios locales con opiniones de comerciantes, ex-funcionarios y vecinos preocupados en función de que la imposición no trasmutaría el estigmatizado y popular nombre de “Calle Real”.

En realidad, la discusión (sí modesta) suponemos que intentaba criticar una decisión política que, nuevamente, convalidaba un hecho distante de cualquier supuesto democrático, en haras de un consenso civil por demás discutible, que daba por sentado algo con lo que “popes” del radicalismo dellepianistas no coincidían, aunque pueda refutarse que en la gestión democrática se nominó al Ing. Rocca como “Ciudadano Ilustre de Campana” (20); decisión (aunque discutible) que no puede negar la validez de una medida tomada en momentos de vigencia institucional, pero que sirve para contrastar con una decisión tomada en dictadura con el “consenso” del “bloque civil” que se hacía valer aún en cuestiones relacionadas con el patrimonio del “imaginario colectivo” de los campanenses.

En el mismo sentido se inscribió la imposición del nombre “Avenida Larrabure”, como reemplazo del antes conocido camino de salida a ruta 9 “de Catema”; en función de que el oficial Julio Argentino del Valle Larrabure,fuera secuestrado y muerto por terroristas, habiendo prestado servicios durante breve tiempo en la fábrica de “El Tolueno”. Cabe recordar que Larrabure “...fue secuestrado el 11 de agosto de 1974 durante el operativo extremista perpetrado contra la fábrica militar de Villa María y fue conducido hasta la casa de la calle Garay[en Rosario]el 19 de agosto...” (21) del mismo año y las versiones oficiales sobre su muerte adjudicaron la misma al ahorcamiento al que lo sometieron sus captores; versión contrapuesta a la que evaluaba la muerte del militar debido a una agudizada crisis de salud que habría padecido como consecuencia de su prolongado cautiverio;de todas formas, lejos de convalidar tal hecho, no resultaría descabellado hipotetizar que la imposición del nombre del referido militar a una importante entrada o acceso a Campana,sería motivada porque en el distrito la dictadura no poseía figuras significativas para convalidar como “héroes“ o “mártires” de la “lucha” antisubversiva y como el militar estuvo designado temporariamente en el Tolueno, es de suponer que también habrá ganado cierta estima a nivel comunitario, por lo cual es probable que haya primado tal criterio para la imposición.

Lógicamente, si los vecinos de la ciudad o pueblo de donde fuera oriundo Larrabure, hubieran decidido o decidieran colocar su nombre a calles,edificios,etc. estarían en todo su derecho;pero lo que debe quedar claro es que para Campana han existido y existen, vecinas y vecinos, dirigentes políticos, gremiales, sociales, culturales, etc. que ameritan mucho más para que su nombre y su existencia sean recordadas en la denominación de una arteria u otro sitio campanense; lo cual nos lleva a plantear nuevamente cómo los mecanismos de producción simbólica son determinados y legitimados en función del punto de vista unilateral y arbitrario de gobiernos “de facto” y el apoyo manifiesto o tácito del “bloque civil”; medida que no será revisada a posteriori por gobiernos democráticos para evitar controversias políticas que suelen considerarse “menores”, pero que tienen una significación social importante según los sectores que avalen un “status quo” en estas cuestiones y quienes impulsen alternativas que se basen en, al menos, preguntarse: ¿por qué no denominar a esa o esas arterias “Intendente Alberto Armesto”, ”Dr. Julio Kalejman”, ”Rómulo Moreno”, ”Héctor Gigena” u “Horacio Orostegui” o el nombre que los vecinos consideren deberían preservarse en la memoria colectiva de los campanenses?,¿o acaso la posibilidad de que la ciudadanía intente sintetizar, aun en estos hechos, los años y los nombres de diverso origen político-ideológico, no contribuiría o sería un aporte más para seguir cimentando el sistema democrático?.

Mientras tanto el Jefe del ÁC-400, cnel. Eduardo Cigliuti, daba a publicidad la resolución 922/76 que disponía la devolución de armas de uso civil a sus dueños que las “...habían entregado a las autoridades militares o policiales correspondientes, después del 24 de marzo de 1976...” (22).

Tanto el festejo por la obtención del Mundial’78, como el reemplazo del tradicional “6 de Julio” (23) y la convalidación de la fecha del “24 de Octubre” (24), contribuyeron a mantener oculta la situación de vecinos exiliados que aportaban,desde Italia o España, por ejemplo; para denunciar los “excesos” de la dictadura; ya fuese el “Flaco” Boetti en Italia, concretando un dibujo del mapa de la represión en Argentina con información sobre lo que ocurría en el país; actividad a través de la cual se enteró de la bomba que en Campana le pusieron en la casa al padre de la “Gringa” Brutti, ex-empleada de Dálmine, detenida y sometida a apremios ilegales y “emigrada” a Italia;o en España Tito Baggio “laburando” para la “Casa Argentina”, desde donde se enviaban cartas y volantes a la prensa extranjera que asistiría a un Mundial’78, para el cual se denunciaban la existencia de los centros clandestinos de detención en los que languidecían cientos de compatriotas en condiciones infrahumanas. No obstante,seguramente otros campanenses habrán sumado su esfuerzo militante para que la memoria del olvido y el terror de ese presente no fueran la única realidad, que comenzaba a anticipar en el Proceso niveles de vulnerabilidad política que lenta, trabajosa y consecuentemente, serían capitalizados por familiares de detenidos-desaparecidos y organismos de derechos humanos para seguir descorriendo el velo de un terrorismo de Estado que para muchos exiliados, los de Campana incluídos, significó salvar la vida y perderla a su vez, en tanto y en cuanto el “agujero negro” del exilio se “devoró” afectos personales,familares y fue una forma, también, de que muchos murieran un poco.

 

Notas

(19) Diario “La Defensa Popular” del 10/05/78: pág. 7

(20) ”...En febrero de 1978 murió Agostino Rocca. Sucedió de noche y de repente. Cargaba con 80 años. Su hijo Roberto estaba de viaje. Pero enseguida regresó, y se hizo cargo del monstruo económico. El “prócer” fue enterrado en Campana, muy cerca de Siderca.Fue el corolario de un tributo de marca mayor, ya en 1964 lo habían designado ciudadano ilustre de Campana. Ahora la principal avenida de la zona lleva el nombre de Agostino Rocca...” (Majul,L.:pág.211: “Los dueños de la Argentina...”: en bibl.gral.)

(21) Pág.12 -sección Política- viernes 26/09/75; diario “Clarín” / tomo 2: del 16 al 30 de septiembre de 1975: en Biblioteca Pública Nacional

(22) Diario “La Defensa Popular” del 14/07/78: pág.3

(23) El 6 de Julio de 1885 se creó el partido de Campana (escindiéndose de Exaltación de la Cruz) aunque “Campana nacía como pueblo el 18 de Abril de 1875...” merced, sin dudas, al influjo de los hermanos Eduardo y Luis Costa (luego del exilio en Brasil de Eduardo por la revolución mitrista de 1874), quienes habrán observado satisfechos la publicación del aviso de venta de tierras en el diario “La Nación”;satisfacción que se haría completa cuando el gobernador Carlos D’Amico,promulgara la ley 1675, creando el partido el 06/VII/85 (citas y datos tomados de Baggio,Héctor C. y Fumiére, Jorge P.:citados en Bibliografía Gral.)

(24) El 24 de octubre de 1582, se produce el reparto de las tierras de estos pagos, de nuestro “Rincón de Campana”, la “isla”, que cumplirá en su derrotero histórico con dos centenarios: el del 18 de abril de 1975, el del 6 de julio de 1985 y en el lejano 24 de Octubre de 2082 llegará a los 500 años, aunque los motivos por los que se habría normado por ordenanza municipal la convalidación del 24/10, no reflejarían las causas políticas profundas que motivaron la sanción de las ordenanzas durante la gestión dellepianista.

 

 

 

One comment

  • victori

    13 marzo, 2014 at 9:43 am

    el que sabe que hable... y no calle para siempre

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