Horas atrás dábamos cuenta de dos jóvenes que por intentar escapar de un control en la Costanera quedaron detenidos. Huyeron en contramano y a alta velocidad por varias cuadras de Zárate, poniendo en riesgo la vida de terceros.
La historia volvió a repetirse esta vez en el mismo lugar. Otros dos muchachos que transitaban en un Citroen C4 tomaron erróneamente la entrada al Paseo de la Ribera y fue allí que agentes de la DPU lo interceptaron para notificarlos de la infracción.
A raíz de la mala maniobra se decidió también realizar el test de alcoholemia (dio positivo con 1.46g/l), pero debido a la agresividad del conductor se optó por pedir colaboración a la Policía Local y al Comando Patrulla.
Entre golpes e insultos a los oficiales, y la desesperación del acompañante por calmar a su amigo, fue que lo redujeron y trasladaron a la Comisaría 1ra. El automóvil, por su parte, quedó secuestrado.