Los cimientos de nuestra independencia

Carlos Riedel25 mayo, 2019

Por Marcelo Torres... Aquel glorioso 25 de mayo de 1810, los patriotas comenzaron a pensar una Argentina independiente, industrial y educada.

La asunción de Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003, lleva la misma marca de origen que nuestra fecha patria: el Estado como centro de las decisiones políticas y económicas.

Después de años de dictaduras, de gobiernos más o menos honestos pero siempre débiles, de ajustes salvajes que pisoteaban nuestra esperanza, un Presidente nos convocaba a rehacer la historia de la Argentina, para convertir a nuestro país en el más igualitario de toda América Latina.
El discurso pasó a los hechos: se pusieron en marcha una batería de políticas públicas que promovieron la industria y el mercado interno, que garantizaron y extendieron los derechos ciudadanos.
La amplitud de la agenda incluyó desde la Asignación Universal por Hijo, hasta la ley de Matrimonio Igualitario; desde la recuperación de las paritarias, hasta el Plan Nuclear Argentino.
Néstor nos legó un programa para interpretar el mundo, tal como Juan Domingo Perón definifió en la frase "la verdadera política es la política internacional".
La estrategia de integración regional, la firma de acuerdos con Rusia y China, la presencia activa en foros internacionales con voz propia, contrastan con la última reunión del G20 hecha en Buenos Aires donde luego de ser vendida como un éxito, no hubo inversiones ni más trabajo, sino sólo créditos condicionantes por generaciones con el FMI, que tienen como objeto garantizar la fuga de capitales y el pago de la deuda.
En estos días que recordamos la asunción de Néstor, la política volvió a decir presente en la decisión generosa de Cristina Kirchner, que interpela los mismos ideales de la gesta independentista: la unión de los argentinos y la lucha por nuestra independencia.