"A los agravios personales no voy a responder, porque no es mi manera de hacer política"

Carlos Riedel24 enero, 2015

“El gran poder de lograr ese cambio está en manos de los vecinos, si seguimos eligiendo a los mismos y resignándonos, no vamos a poder cambiar la realidad”, destacó el precandidato a intendente, Julián Guelvenzú.

Julián Guelvenzú

El precandidato a intendente por el espacio “+Vecinos”, Julián Guelvenzú, habló sobre su visión de la ciudad y algunos de los temas que observa en las distintas recorridas que realiza por los barrios de Zárate y Lima.

- ¿Con que panorama se encuentra en sus recorridas por los barrios?

- Los vecinos de los diferentes barrios de Zárate y de Lima están preocupados. Hay necesidades muy urgentes que se deben cubrir desde el municipio. Obras básicas como redes cloacales, sistema de drenaje, accesos. La realidad a veces nos muestra su cara más cruda cuando vamos a los barrios. Muchas veces pasamos horas discutiendo cual es el mejor sistema de prevención contra la inseguridad y se pasa por alto que un sistema de desagüe equivocado o ausente también le genera inseguridad a los vecinos.

- La semana pasada lo criticaron desde el oficialismo por dar su opinión por los aumentos de los tributos municipales, ¿cómo tomó esas críticas?

- A los agravios personales no voy a responder, porque no es mi manera de hacer política. Nosotros desde “+Vecinos” proponemos un profundo cambio de las políticas municipales. Desde las formas y las políticas de fondo. No se puede ocultar la realidad y en este caso lo que dije era lo que los vecinos en la calle me transmitían.

- Usted habla de un cambio de políticas, ¿qué significa esa expresión?

- Nuestra base de datos es la gente. Recorremos a diario los distintos barrios de Zárate y Lima. No necesitamos ni encuestas ni nada parecido, solamente escuchar al vecino. Los invito a que vayan a esos mismos lugares y van a obtener los mismos datos: Falta de seguridad, incertidumbre en mantener el empleo, educación deficiente. Evidentemente las políticas adoptadas hace casi 8 años no han dado resultado. No lo digo con mala intención. Tal vez sí hubo errores de diseño de esas políticas y hay que reemplazarlas por nuevas iniciativas que estén adaptadas a las realidades del siglo XXI. Si es que realmente queremos cambiarle la realidad a la gente y brindarle oportunidades reales y no sólo estadísticas vacías.

- Los vecinos son escépticos con respecto a esa posibilidad de lograr un cambio ¿es posible en la práctica lograrlo?

- Sí, claro que sí. Es más, no sólo desde un municipio, sino desde los barrios, las escuelas, las sociedades de fomento y desde el núcleo más importante que tiene una sociedad: la familia. El gran poder de lograr ese cambio está en manos de los vecinos, si seguimos eligiendo a los mismos y resignándonos, no vamos a poder cambiar la realidad. 

Nosotros trabajamos para la gente, escuchamos a todos. Incluso a los que no piensan igual a nosotros. Porque del debate, de escucharnos, de respetarnos, de convivir en armonía surgen las mejores ideas, porque el fin colectivo es el bien común. Qué ejemplo podemos darles a nuestros hijos sobre valores, buena conducta o amistad si nosotros somos intolerantes con el prójimo.

- Son días complejos en el país con respecto a la intolerancia…

- Estamos transitando días muy difíciles como sociedad. El miedo, la pelea, el rencor se han apoderado de un espacio importante de la vida. El miedo paraliza, debemos continuar, debemos ser mejores y protagonistas de nuestros cambios. En +Vecinos queremos llevar tranquilidad a cada hogar de Zárate y Lima. Estamos trabajando muy duro para diseñar políticas integrales de empleo y educación; que permitirán a nuestros hijos sacar lo mejor de ellos a nivel educativo. Y a sus padres también les darán la oportunidad de conseguir mejores empleos porque las industrias y comercios quieren instalarse aquí. Desde el municipio generaremos condiciones justas para empleadores y empleados. Con mucha fe y mucho trabajo vamos a recuperar los barrios, las escuelas y las calles para que vivamos una Zárate en paz.