Historias, mitos y verdades de aquel show de Sumo en Berisso

Carlos Riedel25 noviembre, 2022

Por Walter Epíscopo... Se cumplieron 33 años de la recordada presentación que la banda de Luca Prodan dio en el boliche Amadeus. “Yo estuve esa noche”, dicen muchos hoy en día.

Hay muchos mitos dando vuelta. Y no falla. En alguna sobremesa o cumpleaños, si es de fútbol, siempre salta alguno que estuvo o conoce a alguien, que aquel 20 de octubre de 1976 en la vieja cancha de madera de Argentinos Juniors vio a un pibito de 15 años, llamado Diego Maradona, debutar en Primera División... En la música, por nuestra Región el mito tiene que ver con un show de Sumo, que la banda dio en el boliche Amadeus, en Berisso.

No falta alguno que en alguna reunión diga, “yo estuve esa noche”. Lo cierto es que se cumplen exactamente 30 años de aquel recital de la banda de Luca Prodan, que llegaba al local ubicado en Avenida Montevideo y Génova, para mostrar su segundo disco, “Llegando los monos”, el cual habían presentado con gran éxito en agosto de ese año en Obras.

Como es imposible que tanta gente que dice que vio a Maradona hubiese entrado en la cancha de Argentinos en La Paternal aquella tarde, también lo es que mucho público alcanzara a entrar en Amadeus en esa noche de noviembre.

El diario EL DIA anunciaba la presencia de Sumo en Berisso, en una noche donde por ejemplo, además se presentaba el italiano Nicola Di Bari en la Sala del Cine Teatro Astro; también que días más tarde, llegarían Sandra Mihanovich (el 21, en el Astro) y Víctor Heredia (el 22, en el Polideportivo de Gimnasia).

Pero volviendo a aquel viernes 7 de noviembre de 1986, se originarían muchísimas historias que no quedaron guardadas en ningún lado, sino en el boca a boca de los que estuvieron y en el inconsciente colectivo popular.

La comida previa de la banda en un puestito cerca del boliche; el salto de Luca sobre el público donde le robaron un cinturón (también una chalina), el enojo del cantante que golpeó a alguien y luego amenazó con irse si no le devolvían las cosas; el piso que se rompió durante el show producto de la cantidad de gente; fans en el micro de los músicos tras el show... Todo eso en una noche.

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Y hace pocos meses, el mito de aquella inolvidable velada rockera inesperadamente volvió a hacer erupción como un volcán. Aparecieron fotos inéditas. Darío Almada, un músico berissense que además es fotógrafo, encontró en la casa de su madre en una caja, unas fotos que su padre, Ramón Almada (que era un conocido fotógrafo de esa Ciudad), había sacado.

El 3 de agosto pasado subió a su Facebook esas fotos que tuvieron una repercusión inesperada. Pero habría un poco más.

Un mes y medio después, puntualmente el 26 de septiembre, el disc jockey Rubén Kavanagh subió a su Facebook el audio de cuatro canciones de aquella noche, grabadas directamente de la consola: “Reggae de paz y amor”, “Debede”, “Nextweek” (que fueron los tres primeros del show) y “Los viejos vinagres” (que cerraría aquel recital). Vale aclarar que Almada y Kavanagh no tienen relación, por lo que las cosas se dieron sin proponérselo.

Todo esto hizo que en pocos meses se volviera a evocar esa noche, una de las que quedará guardada eternamente para la escena del rock local, y que llevó incluso, a que desde capital federal se interesaran en saber “algo más” de lo que ocurrió en Berisso en aquella presentación de Sumo, con Luca Prodan en voz, Diego Arnedo en bajo, Ricardo Mollo y Germán Daffunchio, en guitarras, Alberto “Superman” Troglio en batería, y Roberto Pettinato en saxo.

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¿LUCA, QUÉ ES EL ROCK PARA VOS?

La noche ya estaba instalada sobre la Avenida Montevideo. A una cuadra del boliche Amadeus, en la calle Carlos Gardel, sobre el Puente 3 de Abril, estaba el negocio del “Ruda”, donde se podía comer y tomar algo.

“Era un trailer, y aprovechando la calle de tierra había unas mesas y alguna silla. Íbamos para el recital caminando y lo vemos ahí a Luca, con una de sus novias, a Timmy McKern (manager de Sumo) y a Pettinato, que estaban comiendo. Nos acercamos y había algunos fanáticos y periodistas”, cuenta el Turco, fan de Sumo de la primera hora, y que obviamente no se perdió aquel mítico show. “Con un grupo íbamos a verlos a Pinar de Rocha, a Cemento, cómo no los íbamos a ir a ver a cuatro cuadras de mi casa”, agrega.

Testigo privilegiado de ese momento para pocos, el Turco, cuenta una anécdota que pasó en ese lugar a orillas del canal por donde corre el río. “Había un periodista haciéndole una nota y unos fans pidiendo autógrafos. Le dan una lapicera al Pelado. Luca quiere escribir y no le anda. En eso el periodista le pregunta, ‘Luca, ¿qué es el rock para vos?´. Como no le andaba Luca partió la lapicera en dos y contestó ‘el rock es como una birome cuando no anda’, y tiró la lapicera al río”.

Un rato después Amadeus desbordaba de gente para ver a Sumo, que arrancó con “El Reggae de paz y amor”. Tras los aplausos el Pelado gritó, “el Puerto de La Plata yeah!!!” y seguirían con “Debede”.

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El show se puso “caliente” y la gente empujaba contra el escenario. “Luca salió de ojotas, tenía un jogging roto. Yo estaba adelante de todo y me estaban matando contra el escenario que me daba en la boca del estómago. En un momento se rompe el piso que era de madera porque ese lugar había sido un Cine, y eso me vino bien porque se fue la gente para atrás”, afirma el Turco.

Después llegaría otro instante más tenso que incluyó a Prodan. “Resulta que del público le dan un trago a Luca, el se agacha desde el escenario para tomar y de abajo le manotean la chalina. Y ahí se tiró, voló arriba de la gente. Le roban la chalina y un cinturón. Cuando pudo volver al escenario a las puteadas, dijo, ‘si no me devuelven la chalina y el cinto, nos vamos’. Tenían un valor importante para el porque eran regalos. Las cosas se las devolvieron, pero al cinto le faltaba una cadenita. Estaba muy enojado, a uno cuando se tiró del escenario lo cagó a trompadas”, dice el berissense, que recuerda el show como “maravilloso” desde lo musical.

Para cerrar aquel incidente, el Turco, quien infaltablemente va a la tumba de Luca en mayo (por el cumpleaños del cantante) y en diciembre (por el aniversario de su muerte), cuenta, “la cadenita aquella del cinturón de Luca la tiene un amigo mío de Berisso, el Chuno”.

Hoy, a 30 años, el Turco como hombre de Berisso dice con una sonrisa que cada uno recuerda y sabe quién estuvo de verdad esa noche en Amadeus.

El show terminaría con una potente versión de “Los viejos vinagres”, y Luca diciendo, “los viejos vinagres están... los viejos vinagres pueden tener 10 años nada más. No importa la edad”. Con los últimos acordes del tema y el público aplaudiendo, Prodan saludaría, “chau che... Nos vemos...”

Poco más de un año después (el 22 de diciembre del ‘87), el líder de Sumo sería encontrado muerto. A partir de ese momento nacería la leyenda, y las historias de aquella presentación de Sumo en el local de Avenida Montevideo y Génova, se recuerdan hasta hoy.