Por Lic. Cristobal Maro... A veces, solo a veces, somos un río a flor de tierra. Caudales de miles de gotas de agua andando por un cauce de libertad. Pero otras muchas veces la maldita sudestada nos hace retroceder. Y nuestra correntada vuelve atrás.
El cielo se vuelve gris , las aguas se vuelven turbias y se llenan de oscuridad. En medio de un río revuelto y oscuro aparecen los especuladores y los traidores.
Sin embargo, no nos damos por vencidos. Sabemos que más tarde o temprano un rayo del padre sol nos va a dar su calor e iluminar nuestro camino.
Y es por eso que hoy, desde abajo del río, estamos sonrientes en medio de tanta tristeza. Apareció el nieto 122.
Un día para festejar con calma y reflexión.
Y aunque nos quieran silenciar y acusarnos con mil mentiras no dudamos en seguir avanzando.
¡¡Salud !!