Qué pasó en otros países cuando las Fuerzas Armadas salieron a combatir el “terrorismo” y el narcotráfico

Carlos Riedel29 julio, 2018

Tras el decreto que firmó Macri, surgen las comparaciones con experiencias similares en otros países. En México, Colombia y Brasil la violencia se multiplicó. “Piensan que el enemigo interno es el pueblo y no es un hecho aislado, tiene que ver con el ajuste que se viene”, analizaron al respecto.

"Estamos planteando aggiornar las Fuerzas Armadas a las amenazas que podemos llegar a tener: el terrorismo, los ciberataques y el narcotráfico", enumeró en ese orden el presidente Macri, en comunicación con radio Seis de Bariloche.

Resulta difícil de imaginar que la principal amenaza que deba enfrentar los militares en el país sea el “terrorismo”, en medio de un continente declarado “zona de paz” por parte de los principales jefes de Estado de América Latina. Sin embargo, a pesar de la falta de consistencia en sus argumentos, Macri insiste.

El nuevo decreto 683/18 que firmó el presidente, habilita a que las Fuerzas Armadas puedan dar “apoyo” a las Fuerzas de Seguridad en las fronteras, así como para combatir las denominadas “nuevas amenazas”, como el “terrorismo” y el narcotráfico.

Al desconcierto y el riesgo de lo que los militares puedan interpretar como “terrorismo”, se le suma las preocupantes experiencias de la intervención militar para combatir el narcotráfico en el continente.

En México, país asediado en una guerra entre bandas narcos, la decisión de incorporar a las Fuerzas Armadas para frenar la escalada de violencia, terminó multiplicando la sangre derramada.

Según estiman organizaciones civiles y también medios de comunicación como El País, diez años después de que el ex presidente mexicano, Felipe Calderón, abriera paso a la “guerra contra los narcos” desde las Fuerzas Armadas de su país en 2006, la cifra de muertos se disparó a 174 mil, mientras que las desapariciones rondan hoy los 30 mil casos.

Es que en México, las FFAA terminaron involucrándose en el narcotráfico, e incluso conformando parte de alguna de sus bandas.

Por su parte, en Colombia, un escenario parecido marcado por el narcotráfico y también por la lucha armada entre guerrillas y militares, ha dejado más de 200 mil muertos en 50 años.

En ese país, las denuncias por violación de los Derechos Humanos por parte de las Fuerzas Armadas son alarmantes: hace poco se pudo conocer que miembros militares asesinaron a al menos 10 mil civiles, haciéndolos pasar por “guerrilleros”, en lo que se conoce en la jerga local como “falsos positivos”.

Según una denuncia de Omar Rojas Bolaños y Fabián Leonardo Benavides, ambos ex miembros de la policía colombiana, “aproximadamente 10.000 civiles fueron ejecutados por el Ejército entre 2002 y 2010, más del triple que la cifra calculada por los grupos de derechos humanos”, informaron en medios del país.

Pero, si bien México y Colombia representan una realidad un tanto alejada en cuanto al nivel de narcotráfico y violencia que puede existir en Argentina, existe el caso de Brasil,país que se asemeja a lo sucedido en nuestro país y el cual su presidente de facto, Michel Temer, decidió sacar recientemente los militares a las calles.

Las consecuencias no tardaron en llegar. En marzo pasado, la concejala de Río de Janeiro, Mairelle Franco, fue asesinada a tiros luego de que denunciara casos de gatillo fácil en las favelas donde habían empezado a operar las Fuerzas Armadas.

Un día antes del crimen, había publicado en sus redes sociales el caso de un joven asesinado por la Policía Militar de Brasil.  “Otro homicidio de un joven que puede entrar en la cuenta de la PM. Matheus Melo estaba saliendo de la iglesia. ¿Cuántos más necesitan morir para que esta guerra acabe?”, decía el mensaje.

En tanto, en nuestro país, las comunidades mapuches ya han advertido que el nuevo decreto de Macri recrudecerá la “criminalización” de su pueblo, a quienes la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha intentado confundir con grupos “extremistas”, como sucedió con la –por ahora incomprobable- existencia del grupo RAM.

El temor no es para menos, en solo un año dos represiones en comunidades mapuches terminaron con la muerte de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.

En este sentido, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, sostuvo que el objetivo de militarizar el país es “es muy peligroso y muy preocupante”. Al tiempo que unió esto con el reciente acuerdo entre el gobierno y el FMI.

“Piensan que el enemigo interno es el pueblo y no es un hecho aislado, tiene que ver con el ajuste que se viene”, advirtió.

A pesar de todo, la oposición podría buscar anular el decreto de Macri, teniendo en cuenta que la propia Constitución Nacional asegura que la decisión de reformar los roles de las FFAA pasa por el Congreso y no por el Poder Ejecutivo.