Taty Almeida en el Instituto 15 de Campana presentando su libro "Alejandro por siempre... Amor"

Carlos Riedel4 septiembre, 2018

La historia de Taty Almeida es como la de muchas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la desaparición de sus hijos y nietos durante la última dictadura militar, las convirtió en las más aguerridas militantes.

Hay una anécdota que Taty suele contar que refleja hasta que punto profundo la desaparición de su hijo cambió sus ideas, su identidad, su vida.  Su hijo Alejandro solía decirle en chiste y mientras la abrazaba que ella era “una gorilita” pero que “sin embargo la quería”.  Tati lo reconoce, cuenta que así era, que antes de la desaparición de su hijo estaba ciega a la realidad de entonces y que eso cambió al punto de sentir que fue parida por su hijo, según sus propias palabras.

“Quisiera decirte mamá que parte de lo que fui /lo vas a encontrar en mis compañeros (…) Si la muerte me sorprende /de esta forma tan amarga, pero honesta, /si no me da tiempo a un último grito desesperado y sincero, /dejaré el aliento el último aliento, /para decir te quiero." Eso había escrito Alejandro Almeyda un poco antes, el 13 de enero de 1975, de su desaparición.

El 17 de junio de 1975, Alejandro Almeida de 20 años fue secuestrado y desde entonces permanece desaparecido.  Estudiaba medicina y trabajaba en la agencia de noticias TELAM.  Avisó a su madre que como al día siguiente tendría un parcial no iría a trabajar, fue lo último que se supo de él.

“Esperame que ya vengo” es lo último que su madre le escuchó decir. Taty entonces recurrió a su entorno militar, considerando que los verdaderos y únicos responsables del secuestro de su hijo eran del gobierno peronista. Tanto que incluso en el 76, cuando se produjo el golpe de Estado, creyó que sí podría saber el paradero de su hijo.

La realidad le demostró de manera dramática que ninguno de los militares que su familia conocía haría nada por ayudarla. Desde ese momento se alejó definitivamente de sus amistades y así comenzó a escribir otra historia, nacía así una nueva Taty Almeida.